Como todos sabéis, nos encantan los juegos de mesa, pero no solo los de niños, sino los de «mayores». El problema de los juegos de mayores es que encontramos a muy poca gente a la que le gusten estos juegos, por lo que la mayoría de veces (9 de cada 10) jugamos Anna y yo solos, y no lo digo con pena, ya que nos encanta jugar a juegos de dos.
Pues bien, buscando qué regalo auto-pedirnos para Navidad, entramos en el blog Jugando en Pareja, todo un referente en lo que se refiere a juegos de mesa para dos, y elegimos de los que tenían reseñados el juego que hoy os traemos, un juego muy sesudo en el que cinco clanes quieren hacerse con el control de una isla, pero solo uno lo conseguirá, aquel que desarrolle mejor el territorio del clan y comercie con mayor inteligencia.
Me imagino que, al ver las imágenes, muchos dirán: ¡uy!, una copia del todopoderoso CarcassonneCarcassonne, pero os aseguro que la mecánica de juego no tiene nada que ver, ya que este juego tiene varias peculiaridades, como que en cada partida cambian los objetivos para ganar, o que hay un sistema de subasta muy interesante.
Así que hoy no serán nuestras niñas, sino nosotros, el vicepresidente y la presidenta de Universin, los que os enseñaremos este fantástico juego. Vamos allá.