Los niños de 2 años son la leche.
Bueno, en realidad con menos también. Con solo 6 meses ya te tienen pillada la medida y saben cómo manipularte a voluntad. Bueno, eso pasa cuando es el primera hija, o quizá la segunda, pero os digo por experiencia que a la cuarta esos truquillos ya no le salen tan bien como cuando es la primera, pero no es porque los padres seamos menos tontos, sino porque a veces no tenemos tiempo material para dejarnos enredar.
Bueno, a lo que vamos, aunque los niños de 2 años ya están muy espabilados, cuando los sientas frente a un juego de mesa te das cuenta de que no dan pie con bola. Guardar el turno, seguir unas reglas, fijarse, concentrarse, memorizar… para ellos es como si les hablaras de resolver un sistema de ecuaciones usando el método de reducción, parece ciencia-ficción.
Sin embargo, cumplen 3 meses más, o 4, y de repente ¡plaf!, hacen un adelanto bestial.