En el juego de hoy debemos escapar de las entrañas de una mina que está a punto de explotar, montados en una vagoneta. 7 minutos, ese es el tiempo que tenemos para, entre todos, recorrer las vías de la mina y conseguir salir al exterior antes de que la explosión nos alcance. ¿Seremos capaces?
En el momento de realizar esta reseña hemos jugado 10 partidas.
NOMBRE: Vagoneta Infernal
MARCA: TCG Factory
PRECIO APROXIMADO: 14-16 euros
INSTRUCCIONES EN CASTELLANO: Sí
EDAD: Más de 7 años
Nº DE JUGADORES: 2-5
JUEGO COOPERATIVO: Sí
RITMO DE JUEGO: Todos a la vez
DURACIÓN DE LA PARTIDA: 7 minutos
CARACTERÍSTICAS:
El juego viene en una caja pequeñita con una ilustración muy chula y en el interior tenemos la vagoneta, que es una figura de madera con pegatina en ambos lados, y el mazo de cartas (unas 120 cartas entre el juego base y las expansiones). Las ilustraciones de las cartas son sencillas, ya que simplemente son dibujos de vías, pero son muy coloridas.
El conjunto es perfecto para jugar.
FUNCIONAMIENTO:
Resumen:
Durante la partida iremos colocando cartas de vía y moviendo la vagoneta por la misma, hasta conseguir llegar a la carta de salida de mina, que es la última del mazo. Al colocar cartas de vía algunas otras irán explotando, por lo que se irán perdiendo las vías que vamos dejando tras de nosotros. Si la explosión nos alcanza o se acaba el tiempo, perdemos.
Preparación:
Primero debemos coger el mazo básico de cartas y las cartas de las expansiones que queramos jugar y que comentaremos más adelante, aunque ya os adelantamos que para las primeras partidas o con niños más pequeños se puede jugar con el mazo base y con las 8 cartas fáciles.
El juego básico tiene 3 cartas iniciales, que se colocan en columna empezando por la número 3, luego la 2, luego la 1. Sobre la carta 1 se coloca la vagoneta.
Se baraja el resto de cartas, quitando primero la carta de salida, y una vez barajadas se coloca la carta de salida la última.
Ahora dependiendo del número de jugadores, cada jugador roba un número de cartas, que tendrá en su mano e irá reponiendo según las juegue (4 cartas por persona a 2 jugadores, 3 cartas a 3 jugadores y 2 cartas a 4 o 5 jugadores).
Por último, importante y recomendable pero no imprescindible, podemos descargarnos una «soundtrack» para jugar el juego, que dura justo esos 7 minutos y nos mete más en la tensión de la partida. Esta pista de música se descarga desde una web que viene en las instrucciones del juego y que se entra con un código QR. La pista es sencilla, tiene ruidos de mina y está guay, pero si no la tenemos debemos poner un temporizador de 7 minutos.
Las cartas:
Todas las cartas tienen el dibujo de un tramo de vía y en cada extremo de la vía tienen un símbolo (pepita de oro, botas, dinamita, serpiente, gorro, ¿vestido?, bolsa de oro, estrella). Además en el extremo superior izquierdo tiene un valor númerico.
De las cartas ordinarias tenemos la de un tramo de línea, y las de cruce.
Además, las cartas especiales tienen algún símbolo más, como veremos luego.
La ronda:
En el juego jugamos todos a la vez, gastando las cartas que tenemos en la mano y reponiendo rápidamente las cartas gastadas. A la hora de jugar cartas hay que seguir unas reglas muy sencillas:
- No hay orden de ronda, cualquier jugador puede colocar una carta para formar la vía cuando quiera.
- Aunque no hay orden, un jugador no puede colocar dos cartas seguidas, salvo que juguemos en partidas de a 2 jugadores.
Jugar las cartas:
Al colocar una carta en el extremo de la vía, en dicho extremo aparece uno de los símbolos ya comentados. Al colocar una nueva carta, avanzamos la vagoneta hasta colocarla sobre la nueva carta.
Si la carta que hemos colocado tiene el mismo símbolo que la que ya estaba, no pasa nada más, pero si tiene un símbolo diferente, debemos mirar el número que aparece en la carta recién colocada y retirar ese mismo número de cartas de vías ya colocadas, empezando por las primeras. Así, un nuevo fragmento de la vía ha explotado y la explosión se ha acercado a la vagoneta.
Si tenemos suerte y podemos ir colocando cartas con el mismo símbolo, el número de vías que vamos dejando atrás irá creciendo, pero si no jugamos bien, los trozos de vía irán explotando y pueden llegar a alcanzarnos, haciéndonos perder la partida.
Por eso, en el juego es importante que nos comuniquemos con los demás jugadores: «¿voy a poner una carta de herradura? ¿Alguien más tiene herradura? Yo no, pero tengo dos de dinero. Yo también tengo de dinero. Vale, pues pongo yo una de dinero, luego tú, luego otra vez tú y luego ya veremos.»
Parece fácil, ¿no? puesto que podemos ir hablando. Sí, pero os recuerdo que solo tenemos 7 minutos para salir de la mina, por lo que si le damos mucho al «palique» nos pillará el toro.
Además, falta ver las cartas especiales, que nos pueden complicar un poco la vida.
Las cartas especiales:
Las cartas especiales básicamente vienen para fastidiar nuestra estrategia y añadir más caos a la partida. Son cartas de color marrón-rojizo, como podéis ver en la siguiente imagen, además de que tienen una flecha dibujada en la que se indica en qué sentido se coloca la carta.
Se colocan igual que las otras, con la salvedad de que si el símbolo no coincide con el de la vía anterior, no se produce una explosión, sino que el jugador que la ha jugado no repone su mano y a partir de ahora va a jugar con una carta menos. Podría pasar que un jugador se quede sin cartas debido a estas acciones, en ese caso no podrá jugar en el resto de la partida. No es fácil que pase, porque de normal las cartas rojas no las tiramos con facilidad.
¿Solo eso? En algunos casos sí, pero en otros hay mucho más, ya que en estas cartas rojas puede aparecer uno de estos 2 efectos diferentes:
- Destrucción total: al jugar la carta, explotan todas las cartas de la mina excepto las tres últimas. Os lo habíais currado y habíais conseguido tener un margen de vías por detrás de vosotros de 8-9 cartas, por ejemplo, pues se van a ir todas a la porra, por lo que la ventaja desaparecerá. Al contrario, si detrás de vosotros quedan pocas cartas, tampoco os perjudica mucho jugarla.
- La carta inesperada: al colocar esta carta roja, obligatoriamente robamos una carta del mazo y la ponemos en la vía, sea cual sea, aplicando el efecto que corresponda de perder cartas.
Final de la partida:
Ganamos si conseguimos colocar la carta verde, que indica la salida de la mina, pero perdemos si se acaba el tiempo o nos alcanza la explosión.
Formas adicionales de jugar:
Podemos añadir una serie de cartas para que la experiencia de juego sea un poco diferente:
- Las cartas azules: al añadir estas cartas la partida se vuelve más fácil, ya que son cartas de comodín, lo que nos permite colocarla en cualquier momento sin sufrir penalización de cartas explotadas y la siguiente carta que coloquemos después de esta tampoco la sufre. Nosotros solo las usamos una vez, ya que es más divertido si la partida tiene un puntito más de dificultad.
- Las cartas de silencio: en el juego vamos hablando entre nosotros para coordinarnos al colocar cartas. Pues en cuanto se destapa una carta de silencio, la dejamos sobre la mesa y ya no se puede hablar, aunque sí gesticular, hasta que sale la siguiente carta de silencio. Ahora de nuevo podemos hablar, mientras no salga otra, que a su vez se anulará al sacar la siguiente. Esta forma de juego hará que nos cueste más tomar decisiones y que las explosiones se sucedan con más rapidez.
- Cartas de cambio de ruta, para volver más lioso el juego: en cuanto se destapa una, todos los jugadores colocan en la mesa sus cartas. Ahora los jugadores pueden jugar cartas, pero no las propias, sino las de cualquier otro jugador, hasta que vuelva a salir la siguiente carta de flecha. Una regla alocada que nos hará perder segundos muy valiosos.
- La maldición: a cada jugador se le reparte una maldición, que se guarda en secreto. En esta carta aparecen dos símbolos de las vías. En el momento en que en la vía estén estos dos símbolos unidos en ese orden, desaparece nuestra maldición. Para ganar, además de salir de la mina, hay que perder la maldición.
VALORACIÓN:
En este divertido juego debemos de jugar todos juntos para conseguir que la vagoneta en la que estamos montados abandone la mina antes de que esta explote, por lo que debemos de trabajar en equipo. Por la forma de juego se parece de entrada bastante al juego Lock and Roll, que reseñamos aquí hace mucho tiempo, aunque una vez te pones a jugar ya ves que son muy diferentes.
El juego es, más que divertido, frenético, porque una vez comienza a sonar el sondtrack del juego todos los jugadores nos veremos inmersos en el interior de la peligrosa mina. En ese sentido el hecho de que haya una música (que es una mezcla de música a veces y sonidos de mina) hace que la experiencia de juego sea mejor.
Además, otra ventaja es que se aprende a jugar en un momento, aunque al ser juego cooperativo, el peligro como siempre es que haya alguien que lleve la voz cantante en el juego.
En el juego hay azar, aunque en parte es contenido, ya que tenemos 3 cartas en nuestra mano para elegir cuál jugar, además de que los jugadores podemos hablar entre nosotros para coordinarnos.
Este punto me parece fundamental y creo que es uno de los puntos fuertes del juego: debemos hablar y nos debemos de coordinar, preguntando por qué carta tiene alguien o informando de las que tenemos nosotros, con el objetivo de poder encadenar los máximos tramos de vía posible sin que nos explote ninguno y así tengamos cierto margen para imprevistos.
Volviendo al azar, los que me conocéis de otras reseñas sabéis que no soy muy amigo del azar, y en ese aspecto las cartas especiales pueden hacerlo aumentar, ya que nos pueden o bien hacernos perder muchos trozos de vía de golpe, que con tanto celo habíamos atesorado, como colocar cartas que no queremos y también nos lo desbaratan todo. Pues en este sentido a mí me ha encantado este puntito de azar.
Con respecto a las diferentes modalidades de juego, está muy bien la variedad que hay. Nosotros jugamos sobre todo al juego base (cuando juego con la de 7 años) o a la de las cartas con flechas, aunque la de las maldiciones y la de no poder hablar también me parecen muy interesantes.
Aunque la partida dura 7 minutos como máximo, parece que dura mucho más y según avanza el tiempo el agobio del equipo va subiendo, hasta el punto de que a veces, llegando al final de la partida, anunciamos nuestras cartas o exigimos unas concretas a pleno grito, así que no lo considero un juego tranquilo en el que puedes ir hablando de cualquier cosa mientras juegas. Esto hay que tenerlo en cuenta porque puede haber cierto tipos de personas a los que esto no les guste.
En cuanto al número de jugadores, funciona perfectamente de 2 a 5, aunque personalmente me gusta más entre 3 y 5 y a mayor número de jugadores más fácil se vuelve en la versión básica, ya que tenemos más variedad de cartas para colocar.
Lo mejor:
- La mecánica.
- La temática y el soundtrack
Lo más flojo:
- No a todo el mundo le gustan este tipo de juegos.
Lo recomendamos para:
cualquiera que busque un juego corto cooperativo, en especial aquellos que quieran un juego muy intenso y dinámico.
CALIDAD/ DISEÑO: 7/10
COMPLEJIDAD (PARA EL NIÑO MÁS PEQUEÑO): 6/10
AZAR: 6/10
INTERACCIÓN ENTRE LOS JUGADORES: 9/10
HABILIDAD (MANUAL): 2/10
MEMORIA: 0/10
DIVERSIÓN: 8/10
PUNTUACIÓN TOTAL: