Es la hora de acumular bellotas para el largo invierno y en el inmenso árbol en el que nosotros, pequeñas ardillas, vivimos hay un montón de ellas.

El problema, como siempre, está en que necesitamos muuuchas para poder pasar esta estación tan dura, así que tendremos que darnos prisa en coger todas las que podamos. ¿Quién cogerá más?

NOMBRE: Ardillas Voladoras

MARCA: Eclipse Editorial

PRECIO APROXIMADO: 15-18 euros

INSTRUCCIONES EN CASTELLANO:

EDAD: más de 8 años

Nº DE JUGADORES: de 2 a 4

JUEGO COOPERATIVO: No

RITMO DE JUEGO: Por turnos

DURACIÓN DE LA PARTIDA: 15 minutos

CARACTERÍSTICAS:

El juego viene en una caja mediana y en el interior encontramos el tablero, que es muy grande y de muy buena calidad, con un dibujo genial de un gran ´árbol.

Luego tenemos las fichas redondas de bellotas, también de cartón de buena calidad y coloridas, y por último tenemos las cuatro ardillas de madera, sencillas pero adecuadas.

El conjunto está muy bien y en este vídeo podéis verlo:

FUNCIONAMIENTO:

Preparación:

La preparación es muy simple: se elige el lado del tablero de 2 jugadores o el de 3-4 jugadores y se colocan al azar boca arriba en los hexágonos que representan las hojas de árbol las diferentes fichas de bellotas.

Si jugamos 2 jugadores quitamos todos los valores 5 y 3 de cada uno del resto de los números.

Ahora cada jugador toma la ardilla de su color y la coloca en cualquier bellota que tenga el valor 1.

La ronda:

El jugador puede elegir hacer dos acciones:

  • Mover la ardilla: en ese caso la mueve en cualquier dirección tantas hojas como número marque la ficha sobre la que está. Al mover la ardilla el jugador se queda con la ficha sobre la que estaba colocada.

Hay que tener en cuenta que al mover nunca podemos pasar por encima de otra ardilla y que siempre debemos poder completar el movimiento indicado en el número de las bellotas sin cambiar de dirección. Esto implica que, a veces, será complicado movernos al coger una ficha de 5 o 4, mientras que con las de 1 o 2 tendremos siempre muy poco problema.

Si la ardilla no está sobre ninguna ficha, para poder moverla deberemos descartar una de las fichas que hemos ganado previamente. Al hacerlo nos moveremos el número de casillas igual al número de la ficha descartada.

  • Pasar el turno: si el jugador no puede o no quiere mover, puede poner a dormir su ardilla, por lo que pasa el turno.

El centro del árbol:

En el centro del árbol hay una casilla sin ficha, en la que se ve una ardilla que asoma. Si caemos ahí, en la siguiente ronda podemos descartar cualquier ficha de bellota y saltar a la casilla que queramos de todo el árbol.

Final de la partida:

El juego acaba cuando no quedan más bellotas que recolectar o cuando todos los jugadores han puesto a dormir a sus ardillas en una misma ronda.

En ese momento se hace un recuento del número de bellotas y el que más tenga gana.

VALORACIÓN:

Estamos ante un juego muy sencillo y rápido de explicar, con partidas cortas, de apenas 15 minutos, que recuerda un poco por su funcionamiento al de ¡Pingüinos!, que reseñamos aquí hace la friolera de casi siete años.

En este juego apenas hay azar, quitando de que no controlamos donde han ido cayendo las bellotas durante el montaje de la partida.

El grado de interacción entre los jugadores es moderado, ya que, al contrario que en el juego ¡Pingüinos! ya comentado, aquí lo normal es que cada jugador vaya a la suya y la interferencia entre jugadores se limita a caer en un lugar donde no hay bellotas porque otro las ha cogido, pero que este tampoco lo ha hecho a propósito para fastidiar.

Con este juego nuestros niños practican:

  • Planificación de las jugadas, no solo de ese turno, sino pensando también en las siguientes jugadas.
  • Atención: para fijarnos bien en dónde están las bellotas que más nos interesan.
  • Lógica y pensamiento matemático: ya que es un error coger las bellotas solo en función del valor más alto, que es lo que más puntos da, ya que en muchas ocasiones esas bellotas tan valiosas hacen que nos quedemos bloqueados al turno siguiente, por ejemplo.

El punto fuerte del juego es en el momento en el que hay que descartarse de bellotas, ya que el jugador no solo tendrá que descartar las más bajas para perder el mínimo número de puntos, sino que en función de dónde esté en muchas ocasiones le convendrá descartar bellotas de más puntos, por lo que tendrá que valorar en las jugadas el equilibro coste-beneficio.

El juego funciona perfectamente de 2 a 4 jugadores y, aunque en la caja se indica a partir de 8 años, un niño de 7 puede jugar sin problema, y no aburrirá a los adultos.

En resumen:

Estamos ante un juego ingenioso y rápido, ideal para cuando queremos jugar a algo sin complicarnos demasiado y también se trata de un juego muy interesante para sacar cuando estamos con gente no acostumbrada a los juegos de mesa.

Lo mejor:

  • El diseño es muy chulo.

Lo más flojo:

  • Quizá se podría haber añadido una forma de juego algo más avanzada, donde algunas fichas de bellota tuvieran algún efecto especial para favorecer la interacción entre jugadores. (Esto es hablar por no callar, claro)

Lo recomendamos para:

Cualquiera que quiera un juego sencillo y dinámico, ideal para personas no jugonas y en especial para amantes de animales y la naturaleza.

CALIDAD/ DISEÑO: 7/10

COMPLEJIDAD (PARA EL NIÑO MÁS PEQUEÑO): 6/10

AZAR: 4/10

INTERACCIÓN ENTRE LOS JUGADORES: 6/10

HABILIDAD (MANUAL): 2/10

MEMORIA: 0/10

DIVERSIÓN: 7/10

PUNTUACIÓN TOTAL: BIEN