¿Quién ha dicho que aprender a multiplicar sea aburrido? 3*4=¡Zas!

Ha llegado la hora de que nuestros peques aprendan a multiplicar, y eso no tiene por que ser aburrido, por eso precisamente nuestros amigos de Haba nos traen este juego en el que nos vamos a dedicar a matar molestas pero simpáticas moscas. Vamos a ello.

NOMBRE: 3*4= ¡Zas!

MARCA: Haba

PRECIO APROXIMADO:  26-33 €

INSTRUCCIONES EN CASTELLANO:

EDAD: más de 8 años

Nº DE JUGADORES:  2-6

JUEGO COOPERATIVO: No

RITMO DE JUEGO: Todos a la vez

DURACIÓN DE LA PARTIDA: 10-20 minutos

CARACTERÍSTICAS:

El juego viene en una caja grande y en su interior encontramos, de entrada, los seis matamoscas, que son iguales en tamaño y forma a uno de verdad.

Luego tenemos las 42 cartas de moscas, que son enoooormes y una maravilla, ya que cada mosca está pintada diferente imitando a alguna figura conocida u oficio. Así, tenemos mosca pinocho, mosca marinera, caballera, pirata mosca ángel… Son una pasada, además de que son de cartón muy grueso.

Por otro lado tenemos los dos dados de diez caras, un poco pequeños para mi gusto, y las 45 moscas de madera, que están bien, aunque creo que habría sido mejor si hubieran sido un poquito más grande.

El conjunto es genial para jugar.

FUNCIONAMIENTO:

Objetivo del juego:

Conseguir 8 moscas de madera (si somos menos de 5 jugadores se puede ampliar el objetivo para que dure un poco más la partida).

Nos darán una mosca de madera cada vez que seamos los primeros en aplastar a la mosca con el número adecuado.

Cada mosca tiene el resultado de una multiplicación simple por el lado del dibujo, y por la parte de detrás podemos ver qué números multiplicados dan ese valor.

Modos de juego:

Tenemos dos modos de juego (y un tercero que hemos añadido nosotros 😉 ).

  • Modo sencillo, para aprender y asentar una tabla de multiplicar.

Se cogen las moscas correspondientes a una tabla de multiplicar (10 moscas) y la flor con el número de la tabla a practicar.

Ahora cogemos un dado y tiramos. Los jugadores deberán hacer la multiplicación mental del número del dado por el de la flor y buscar con rapidez la mosca con el valor, para aplastarla. El que lo haga el primero y acierte se llevará la mosca de madera.

  • Modalidad avanzada: todas la tablas.

Se juega igual que en el caso anterior, pero se ponen toooodas las moscas y se quitan las flores. En cada turno se tiran los dos dados y los jugadores deben buscar a la mosca resultado de esta multiplicación. Al haber ahora tantas moscas, la cosa se complica.

  • Modalidad de un solo jugador: aprender tablas

Este sistema, que lo gastamos nosotros, está muy bien para los niños que se están aprendiendo una tabla concreta pero aún no la dominan.

Se juega igual que en el primer caso pero el niño juega solo. Si acierta, se lleva una mosca, si falla, se la quitamos.

Podemos añadir 3 o 4 moscas más de otras tablas para «despistar» un poco, y viene bien cada 5-6 rondas cambiar las moscas de sitio al azar.

VALORACIÓN:

Se trata de un juego genial para hacer más «digerible» el proceso de aprender y practicar tablas. El material, como hemos comentado, es una pasada y la forma de jugar es sencilla y a la vez original.

Al ser un juego de velocidad lo que pasa siempre es que si uno de los niños está más versado en las tablas al ser más mayor tendrá ventaja, aunque si jugamos en la variante 2 del juego no se trata solo de saberse las tablas, también de encontrar el resultado entre tanta mosca (por tanto hay una parte de azar), por lo que los niños practican:

  • Cálculo mental.
  • Atención: fijarse bien en el resultado de los dados y buscar la mosca adecuada.
  • Memoria: si un resultado se va repitiendo el niño puede memorizar dónde está la mosca.

No es un juego especialmente divertido, comparado con otros de velocidad, pero es altamente educativo, por lo que quizá después de 10-15 minutos de juego nuestros niños ya quieran dejarlo.

En cuanto al número de jugadores, se juega bien de 2 a 6, y a partir de 8 años sin problema, aunque, como comentábamos, se puede hacer un «apaño» para jugar a 1 solo jugador.

Lo mejor:

  • El material es de primera, las moscas divertidísimas.
  • Un método genial para practicar multiplicaciones.

Lo más flojo:

  • Por la temática puede cansar relativamente pronto.
  • Un pequeño detalle: los matamoscas tapan el número una vez un jugador lo ha puesto sobre una mosca, habría sido mejor que permaneciera visible.

Lo recomendamos para:

Niños que están aprendiendo o asentando las tablas de multiplicar.

CALIDAD/ DISEÑO: 9/10

COMPLEJIDAD (PARA EL NIÑO MÁS PEQUEÑO): 5/10

AZAR: 4/10

HABILIDAD (MANUAL): 6/10

MEMORIA: 5/10

DIVERSIÓN: 5,5/10

PUNTUACIÓN TOTAL: 6/10

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