Hemos encontrado una cueva muy especial, está llena de diamantes y pepitas de oro, pero… está ocupada por un ogro y un dragón. De momento parece que están dormidos y nosotros no le tenemos miedo a nada, pero habrá que ir con cuidado si queremos conseguir los tesoros sin que se despierten. El problema, como siempre, es que no se nos da nada bien lo de compartir con el resto de aventureros, así que si podemos hacer que nuestros adversarios fracasen y así consigamos más tesoros, pues mejor que mejor.
NOMBRE: Troll and Dragon
MARCA: Loki
PRECIO APROXIMADO: 16-19 €
INSTRUCCIONES EN CASTELLANO:Sí
EDAD: a partir de 7 años
Nº DE JUGADORES: 2-5
JUEGO COOPERATIVO: No
RITMO DE JUEGO: Por turnos
DURACIÓN DE LA PARTIDA: 20 minutos
CARACTERÍSTICAS:
El juego viene en una caja muy pequeña, que además de almacenar todos los elementos del juego, es la cueva del tesoro igual que pasaba con el juego de La Cueva Mágica que reseñamos aquí hace tiempo. La decoración de la cueva está muy conseguida y es muy chula.
Tenemos, además, los cinco sacos donde guardaremos nuestros tesoros y la mano del troll, que son de cartón de un tamaño genial y muy bien decorados.
Luego tenemos los dados, 8 en total, de un tamaño normal. Y para acabar tenemos las 50 pepitas de oro y los 50 diamantes, que están geniales.
El conjunto es muy atractivo y está muy bien. Si queréis verlo mejor, podéis ver nuestro vídeo de unboxing:
FUNCIONAMIENTO:
Por si no queréis leer la explicación, en este vídeo os lo enseñamos:
El funcionamiento del juego es sencillo.
La cueva tiene dos cámaras, separadas por una puerta cerrada con llave. En la cámara que da al exterior meteremos todos los diamantes, y en la otra todas las pepitas de oro. Cada jugador elige un saco y se coloca cerca la mano del troll. Ahora comenzamos.
Entramos: la cueva del troll
El jugador en su turno coge los cuatro dados blancos: acaba de entrar en la cueva y está en la sala de los diamantes. Tira los dados todas las veces que quiera, teniendo en cuenta que si sale en un dado una cara de troll, ese dado queda bloqueado y ya no se puede volver a tirarlo. Cada vez que saca un diamante, coge un diamante del interior de la cueva y lo pone a su lado.
Si sale una puerta o una llave puede dejar ese dado apartado, a la espera de que salga del otro objeto. Una vez tengamos una puerta y una llave en la tirada, pasamos a la cueva del dragón.
Si en algún momento salen cuatro trolls en los dados, ¡el troll se ha despertado! Nos quita los diamantes que en esa ronda hemos conseguido (los ponemos en su mano) y salimos corriendo de la cueva, perdiendo el turno.
La cueva del dragón
Aquí está el premio gordo, ya que cada pepita de oro vale por tres diamantes, así que hay que aprovechar. Cogemos los dos dados amarillos y los tiramos sin parar. Cada vez que sale una pepita, la cogemos de la cueva y las vamos acumulando a nuestro lado.
Fácil, ¿verdad?
Bueno, se me había olvidado decir que a la vez que nosotros tiramos los dados amarillos, nuestros contrincantes cogen los dos dados rojos y comienzan a tirarlos como locos. En los dados rojos hay una cara que es de un dragón. En el momento que un jugador saque en un dado el dragón exclama «Dragón» para que el jugador activo lo sepa.
El jugador activo puede decir en cualquier momento «¡Me voy de la cueva!» y se va tan contento con todos los tesoros acumulados, que pone en su saco. Pero si sale el segundo dragón antes de que abandone la cueva, ¡el dragón se ha despertado! Le quita todo lo que ha conseguido en esa ronda y los demás jugadores se lo reparten, cogiendo en orden un tesoro cada uno hasta que no queda ninguno. Si en la mano del troll también hay, también se reparten estos.
El juego termina cuando el objetivo fijado se cumpla. Puede ser que se acaben las pepitas de oro, los diamantes o ambos.
Para contar le damos la vuelta al saco, ya que ahí podemos poner las pepitas de oro sin necesidad de multiplicar por tres.
VALORACIÓN:
Juego al que se aprende a jugar en un instante, muy transportable, muy divertido y genial para niños a partir de 7 años y también para adultos.
En este juego hay mucho azar, puesto que no controlas los dados, aunque también hay que decidir en qué momento plantarse, ya que si nos pasamos de codiciosos nos puede ir mal la cosa.
A dos jugadores se puede jugar sin problema, aunque yo creo que es mejor a 3-4 jugadores. A 5 no hemos probado, pero tampoco tendría que haber mucho problema.
Con este juego nuestros niños van a practicar:
- Psicomotricidad fina: lanzar y recoger los dados y las pepitas con rapidez en la fase del dragón.
- Atención: para ver qué ha salido del dado y, sobre todo en la parte del dragón, coger las pepitas correspondientes.
- Toma de decisiones: ¿seguir o plantarse?
¡Qué divertido machachar al contrincante! Lo tienen claro.
CALIDAD/ DISEÑO: 3/10
COMPLEJIDAD (PARA EL NIÑO MÁS PEQUEÑO): 3/10
AZAR: 6/10
HABILIDAD (MANUAL): 7/10
MEMORIA: 0/10
DIVERSIÓN: 9/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 6,5/10 (original, sencillo y divertido)
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