Hoy traemos un juego divertidísimo, que hemos tenido el placer de tener durante unas semanas en casa gracias a mi compañera Bea (¡gracias, maja!). Es completamente diferente a todos los que hemos reseñado hasta ahora y a nuestras niñas les ha encantado. ¿Quién se apunta a esta guerra de cocos entre cuatro monos traviesos?

NOMBRE: Crazy Coconuts

MARCA: Pegasus Spiel
PRECIO APROXIMADO:  24-30 €
INSTRUCCIONES EN CASTELLANO: Depende de la versión
EDAD: a partir de 4 años
Nº DE JUGADORES: 2-4
JUEGO COOPERATIVO: No
RITMO DE JUEGO: Por turnos

DURACIÓN DE LA PARTIDA: 15 minutos
 
CARACTERÍSTICAS:
El juego viene en una caja grande, en cuyo interior encontramos un material de primera calidad: cuatro monos de plástico espectaculares, con un sencillo pero efectivo mecanismo tipo «catapulta» en sus manos, unas cartas (con simpáticos dibujos, aunque no son nada del otro mundo), unos tableros de cartón, un montón de vasos de plástico de un tamaño genial y, por último, los cocos.
 

Los cocos pueden parecer algo normal, poca cosa, pero para mí es lo mejor del juego. No sé de qué están hechos y de entrada parecen conguitos, aunque son blanditos, pero son capaces de rebotar de las formas más inverosímiles posibles.
 
FUNCIONAMIENTO:
Cada jugador coge un mono, dos cartas, ocho cocos y su tablero y se monta el terreno de juego, en función del número de jugadores.
Para jugar a tres, los vasos se ponen formando un triángulo. A la hora de colocar los vasos, sobre cada uno de los cuatro vasos rojos se coloca un vaso amarillo.

Preparados para jugar.


El objetivo del juego es montar una pirámide de seis vasos en nuestro tablero. Para ello, en nuestro turno, usaremos los brazos del mono como catapulta, para intentar colar cocos en los vasos, tanto en los del centro del tablero como en los que ya tengan nuestros cometidores.

Apunten, ¡fuego!

En el momento en el que consigues un vaso, lo coges y lo pones en tu tablero.

 
Primero se colocan tres vasos en las zonas habilitadas para ello, los dos vasos siguientes se colocan sobre esos, y el último se coloca sobre esos dos, de tal manera que al final se forma una pirámide como esta:

Si consigues un vaso rojo, vuelves a tirar en tu turno.
Las cartas que tenemos son, fundamentalmente para fastidiar a los contrincantes, ya que hay una en la que obligas a un jugador a disparar de más lejos, a disparar a ciegas, le soplas a su coco para que se desvíe… entre otras.
Por si queréis ver una partida en vivo, no os perdáis este vídeo de nuestro nuevo y flamante canal de YouTube, al que espero que os suscribáis.

Para jugar os recomendamos hacerlo en el suelo, o, si es en una mesa, que la zona esté despejada, ya que los cocos tienden a desaparecer con mucha facilidad y luego cuesta encontrarlos.
VALORACIÓN:
Lo primero a destacar del juego es que es divertidísimo, a mis hijas les ha encantado y ha sido imposible hacer una única partida cada día, sino que tenían que ser 3. Además, no veas la de risas que nos hemos echado al ver muchos de los peculiares rebotes de los cocos, y el tema de las cartas también lo hace simpático, aunque se podían haber añadido más.
Se trata de un juego muy original, en el que los niños tendrán que practicar la psicomotricidad fina (deberán regular su fuerza según dónde quieran mandar el coco), además de que la visión espacial jugará un papel fundamental. También hay algo de azar, debido a los rebotes imprevisibles de los cocos, aunque este no es importante.
Para un niño de 4 años el juego funciona muy bien, y creemos que hasta un niño de 9 años irá bien.
A dos jugadores no hemos probado, ya que la mayoría de partidas han sido a 3, pero pensamos que, cuantos más jugadores, más divertido resultará el juego.
La única pega que le podemos ver es al mecanismo de los monos, ya que no sabemos si a base de usarlo mucho se deteriorará, pero de momento me costa que se ha usado mucho y funciona todavía bien.
 
CALIDAD/ DISEÑO: 9/10
COMPLEJIDAD (PARA EL NIÑO MÁS PEQUEÑO): 5/10
AZAR: 4/10
HABILIDAD (MANUAL): 10/10
MEMORIA: 0/10
DIVERSIÓN: 10/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 8/10