En Navidad de este año me regalaron mis cuñadas un juego al que le tenía echado el ojo desde hacía unas semanas: Virus. Se trataba de un juego con muy buena pinta, más para mayores que para niños, ya que en le caja pone «a partir de 8 años», muy colorido e ideal para cuando en casa recibimos visita y por tanto nos tenemos que reprimir y dejar guardados el Agrícola, el Caverna, el Le Havre o similares, todos ellos juegos cortocircuitadores de cerebros no preparados.

Así que empezamos a jugar los mayores y después de jugar varias partidas me dije: esto es un juego de FASTIDIAR a los demás, de ROBANDO y de DESTRUYENDO órganos. Así que dije: ¿Topi? ¿Gometera? Venid aquí que os voy a enseñar un juego, aunque seáis pequeñas.

Y, como no podía ser de otra manera, a mis niñas se les da de maravilla. Vamos a verlo.

NOMBRE: Virus

MARCA: Tranjis Games
PRECIO APROXIMADO:  12-15 €
INSTRUCCIONES EN CASTELLANO:
EDAD: a partir de 8 años
Nº DE JUGADORES: 2-5
JUEGO COOPERATIVO: No
RITMO DE JUEGO: Por turnos

DURACIÓN DE LA PARTIDA: 20 minutos
 
CARACTERÍSTICAS:

El juego viene en una caja muy pequeña y manejable, y en su interior tenemos un montón de cartas (68) de tamaño y calidad estándar, muy coloridas y vistosas.


El conjunto está muy bien y es más que adecuado para jugar. Además las ilustraciones son sencillas pero muy simpáticas. A mí personalmente me encantan los dibujos de los virus.
FUNCIONAMIENTO:

El objetivo del juego es conseguir tener frente a nosotros cuatro cartas de órganos diferentes sanos. Para ello, tenemos tres cartas en nuestra mano y en cada turno podemos jugar una carta. Esa jugada puede ser bajar un nuevo órgano, vacunar o curar alguno que ya tengamos jugado o bien hacer enfermar o robar los órganos de los demás.

En la baraja hay cuatro tipos de órganos diferentes, además de un órgano comodín, y cada órgano tiene su tipo de vacuna y un virus que le puede atacar. Al órgano comodín se le puede curar o atacar con cualquier vacuna o virus, y la vacuna comodín pueden afectar a cualquier órgano.

En el centro de la imagen están los cinco tipos de órganos, arriba tenemos las vacunas, y abajo los virus. Los colores nos ayudan a identificar a qué órgano afectan los virus y vacunas.

 

Empieza la partida, ya tenemos un órgano bajado: el corazón.

Como comentábamos, a un órgano de rival podemos hacerlo enfermar, jugando la carta de virus correspondiente. Se le coloca la carta sobre el órgano y se queda ahí. Si el jugador aplica una vacuna en su turno, la carta de virus se retira; el órgano vuelve a estar sano, pero si alguien le coloca un segundo virus a ese órgano, lo hemos matado, así que se descarta el órgano con sus virus.

Para prevenir esto, el jugador se puede adelantar y, antes de que le infecte un virus, vacunar un órgano. Se coloca la carta de vacuna sobre el órgano. Si un jugador ataca con un virus, se retira la carta de vacuna y de virus del órgano. Si conseguimos aplicar una segunda vacuna, ese órgano queda inmunizado y ya ningún virus puede atacarlo.

Este jugador tiene ya tres órganos: el corazón está sano, el hígado está vacunado, y el hueso tiene un virus. Para ganar necesita conseguir un órgano más, y curar el que está infectado.

Además de todo esto, tenemos cartas especiales, para hacer el juego más divertido, como:

  • El ladrón de órganos: le quitas a otro jugador un órgano que no esté inmunizado.  Si ese órgano tiene virus o vacuna, también te las llevas.
  • Intercambio de órganos: un jugador intercambia un órgano, con su correspondiente virus o vacuna (pero no uno inmunizado), con otro jugador.
  • Error de diagnóstico: solo hay una carta de estas en la baraja. Un jugador intercambia todos sus órganos (con todo lo que tengan) con los de otro jugador.
  • Estornudo: repartes todos los virus de tus órganos al resto de jugadores.
  • Descarte: haces que todos los jugadores descarten todas las cartas de su mano y roben cartas nuevas.

 

Mmm, me toca jugar una carta. ¿Bajo un hígado, inmunizo mi cerebro o uso el estornudo y reparto los virus que tengo en mis órganos?

Al acabar una jugada, se roba una nueva carta, y en caso de no querer jugar ninguna carta se pueden descartar las cartas en la mano que se quiera y robar nuevas cartas para la siguiente ronda.

VALORACIÓN:

Este juego ha causado sensación, y de hecho ya lo hemos regalado varias veces. Se trata de un juego muy sencillo de aprender, muy divertido (no veas cómo se parten de risa mis hijas cuando te colocan un virus, y cuando te lo matan, su risa es realmente diabólica), en el que obviamente interviene el azar, ya que tu partida depende en parte de las cartas que te vayan saliendo, aunque también tiene su parte de estrategia. Nuestras niñas de 5 y 7 años lo juegan a la perfección, a pesar de que en la caja pone a partir de 8 años, y por supuesto también es un juego para adultos.

Además, es un juego que viene bien para que las niñas se acostumbren y aprendan a aceptar las «malas jugadas». Por suerte, lo han encajado bien y no se suelen enfadar cuando alguien les coloca un virus, pese al rictus de «te-vas-a-enterar» que muestra su rostro.

Virus Lele.jpg

Lele, hace unos meses, cazó un par de virus gigantes. Aquí se ve cómo acaba con ellos.

 

Además, al tratar el tema de virus y vacunas, también nos sirve a los padres para explicarles a los peques estos temas relacionados con la biología, por lo que también tiene su parte de educativo.

Aunque en la caja pone de 2 a 6 jugadores, el número ideal de jugadores es 3 o 4. A más jugadores, más larga y farragosa se suele volver la partida.
 
CALIDAD/ DISEÑO: 7/10
COMPLEJIDAD (PARA EL NIÑO MÁS PEQUEÑO): 6/10
AZAR: 6/10
HABILIDAD (MANUAL): 0/10
MEMORIA: 0/10
DIVERSIÓN: 9/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 8/10  (Un simpático juego familiar que os hará pasar ratos muy divertidos)