Como todos sabéis, antes de comprar un nuevo juego de mesa siempre echamos mano de Internet y buscamos y rebuscamos información hasta tener clarísimo cómo es el juego en cuestión y si nos gustará o no. Sin embargo, a veces los juegos vienen de una recomendación de alguien, y justamente esas son las mejores sorpresas: tienes entre manos un juego que no conoces de nada, pero del que alguien te ha hablado bien.
Pues hoy os traemos un caso de esos, un juego que nos recomendaron desde Homolúdicus Castellón hace dos años y que, desde entonces, hemos regalado ya en cuatro o cinco ocasiones.
En este juego vamos a convertirnos en negociantes en el famoso puerto Port Royal. Queremos hacernos ricos y para ello deberemos mandar barcos a expediciones (que no siempre saldrán bien), contratar el servicio de marineros, piratas y un sinfín de gentes, que nos ayudarán en nuestro objetivo. ¿Quién se apunta?
NOMBRE: Port Royal
MARCA: Homolúdicus
PRECIO APROXIMADO: 14-17 €
INSTRUCCIONES EN CASTELLANO: Sí
EDAD: A partir de 8 años
Nº DE JUGADORES: 2-5
JUEGO COOPERATIVO: No
RITMO DE JUEGO: por turnos (aunque se puede intervenir en los turnos de los otros jugadores)
DURACIÓN DE LA PARTIDA: 30 minutos
CARACTERÍSTICAS:
El juego viene en una caja de cartón más bien pequeñita, y no se necesita más, ya que en su interior hay 120 cartas entre cartas de personajes, de barcos y de misiones.
Las cartas son de un tamaño estándar y las ilustraciones están muy bien y son coloridas. El conjunto está muy bien, aunque no vendría mal poner fundas a las cartas al comprar el juego para que se conserven mejor.
FUNCIONAMIENTO:
El juego es sencillo: Se forma un mazo con todas las cartas de la baraja y cada jugador recibe tres cartas.
Las cartas tienen dos caras: en una está la imagen de una moneda, en la otra hay una ilustración. Cada carta puede funcionar como moneda o como barco/personaje, en función del momento del juego en que la cojamos. Así, al empezar el juego cogemos tres cartas de doblones, este es nuestro dinero inicial.
Ahora comienza el juego: el objetivo es conseguir 12 puntos o más y realizar una misión. Los puntos se obtienen al hacer misiones o al tener personajes, ya que cada personaje te aporta una serie de puntos.
Veamos cómo se consigue todo esto:
El jugador al que le toca empieza a girar cartas y a ponerlas en la mesa, a la vista de todos. Irán saliendo barcos, personajes y misiones.
¿Cuándo deja de girar cartas?
- Cuando se planta.
- Cuando aparece una carta de barco igual a otro barco que ya esté en la mesa.
En este segundo caso, el jugador acaba de perder el turno. Se retiran las cartas de la mesa y le toca al siguiente jugador.
Una vez nos plantamos, podemos hacer dos cosas:
- Descartar un barco que hay en la mesa: en ese caso, como lo mandamos a hacer una expedición, obtenemos las monedas que indican en el mismo.
- Comprar un personaje, pagando su coste.
En cuando a los barcos, van a dar mucho que hablar, porque hay 5 diferentes tipos:
Si al plantarnos tenemos en la mesa cuatro barcos de diferente color, en lugar de una acción (descartar barco o comprar personaje), podremos realizar dos, y si conseguimos tener los 5 tipos diferentes en la mesa, podremos coger hasta tres cartas, pero, ¡ojo!, os recuerdo que si sale un barco de un color repetido, se van todas las cartas de la mesa a la porra y se pierde el turno.
Si os fijáis, cada barco tiene el símbolo de unas espadas debajo, que ahora explicaremos, y una cantidad de monedas.
Una vez hemos hecho nuestras acciones se acaba nuestro turno, pero los demás jugadores pueden coger una de nuestras cartas, pagándonos una moneda a modo de impuesto. Obviamente si han salido dos barcos iguales y se han ido todas las cartas a la porra, nadie más podrá coger cartas de esa mano porque en la mesa no habrá ninguna.
Aquí tenemos a la Tía y a Anna aprovechándose de mis cartas, pero eso sí, pasando antes por caja y pagando a un servidor.
En cuanto a los personajes que se pueden comprar, hay la friolera de 11 tipos diferentes, que dividimos en dos grupos:
- Los que producen efectos durante la partida: si compramos de estos, los ponemos frente a nosotros y nos generan unas ventajas en todos los turnos siguientes.
– Señorita: al tenerla, cada vez que compremos un personaje pagamos una moneda menos.
– Gobernador: siempre cogemos una carta más de las que nos tocaría.
– Marinero o pirata: hemos dicho que si salen dos barcos iguales se nos acaba el turno, pero el marinero y el pirata sirven para «espantar» barcos antes de que eso pase. Cuando sale un barco miramos el número que aparece junto al símbolo de espadas y contamos las espadas que tenemos sumando la de todos nuestros marineros y piratas. Si tenemos más espadas que la que se indica en la carta del barco que acabamos de girar, podemos echar ese barco de la mesa. Así podemos evitar que salgan barcos repetidos echando los barcos con poco valor de espadas.
– Almirante: esta es de mis favoritas. Si cuando te toca coger una carta tienes frente a ti 5 cartas o más, robas automáticamente dos cartas de monedas.
– Bufón: si cuando te toca en el turno de los demás no hay cartas en la mesa que coger, consigues una moneda automáticamente.
– Comerciante: si descartas un barco de su color, obtienes una moneda más.
- Luego tenemos una serie de personajes sin habilidades aparentes, pero que son imprescindibles para llevar a cabo las misiones. Son el sacerdote, el colono, el capitán o el chico para todo (el comodín)
Al ir sacando cartas de la baraja, aparecerán las misiones. Son cartas que se dejan a parte hasta que alguien reclama una misión, cuando tiene a los personajes adecuados. En ese caso los entrega y recibe la carta de misión y las monedas indicadas en la carta.
Aquí tenemos algunas de las misiones y lo que se requiere para cumplirlas: en la primera, tener dos capitanes, en la segunda, dos colonos, y en la tercera, dos sacerdotes. Hay más misiones, y algunas más complicadas.
Y así transcurre la partida: vamos sacando cartas hasta que decidimos plantarnos (o sacamos dos barcos iguales, en ese caso se jorobó la cosa) y una vez nos plantamos, cogemos un barco y al descartarlo nos dan monedas, o compramos algún personaje. Luego los demás nos pagan una moneda, si quieren coger una de nuestras cartas, y así van transcurriendo las rondas.
Hay un detalle más, y es que hay una serie de cartas para que la gente no empiece a acumular dinero a espuertas, y es la carta de impuestos. Cuando sale, si alguien tiene más de 12 monedas, tiene que tirar la mitad (por avaro).
Poco a poco vamos comprando personajes para mejorar nuestras jugadas.
Una vez un jugador anuncia que ya tiene los 12 puntos, se acaba la ronda y gana el que más puntos tenga.
Esta partida está casi ganada.
VALORACIÓN:
Se trata de un juego sencillo, que se aprende en poco tiempo, muy entretenido y familiar, ideal para jugar con niños de más de 7 años o con adultos no acostumbrados a los juegos de mesa. El azar juego un papel relativamente importante, pero también hay que planificar las jugadas y decidir si nos gastamos el dinero y en qué o esperamos a tener más o a que salga esa carta que estamos esperando.
A 3, 4 y 5 jugadores funciona muy bien (a 2 no hemos probado) y las partidas son ágiles, debido en parte a que todos los jugadores pueden interaccionar aunque no sea su turno, algo que se agradece. La partida suele durar entre 20 y 30 minutos.
CALIDAD/ DISEÑO: 7/10
COMPLEJIDAD (PARA EL NIÑO MÁS PEQUEÑO): 7/10
AZAR: 6/10
HABILIDAD (MANUAL): 0/10
MEMORIA: 0/10
DIVERSIÓN: 8/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 9/10 (un juego de cartas increíble)
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