Hoy os traemos el primero de los juegos que han traído los Reyes Magos en Navidad, tal y como os comentamos hace poco. Bueno, en realidad no nos lo hemos comprado para nosotros, sino para regalar a uno de mis hermanos. La verdad es que la casa la tenemos bastante llena de juegos, aunque ahora la cosa ha mejorado, ya que ayer mismo montamos la nueva estantería de juegos de mesa infantiles.
¡Mírala qué maja!
Esta estantería sustituye a la anterior que teníamos, que era un poco más pequeña y que se nos descolgó de la pared porque no se nos ocurrió otra cosa que quitarla para pintar la habitación y luego colocarla en los mismos agujeros y con los mismo tacos. Pues se ve que eso no hay que hacerlo, y a los diez minutos de estar colgada, con todos los juegos, se soltó y cayó al suelo, haciéndose pedazos. Gracias a la Providencia no ocurrió nada grave, ya que un par de minutos antes nuestra pequeña Celia, de 22 meses, había estado jugando justo debajo (de hecho le cayó a un palmo de distancia, menudo susto se dio). Si le hubiera caído encima, tenemos claro que la hubiera matado.
Así que nada, ya tenemos la nueva estantería que, aunque parezca accesible, está a más de metro y medio del suelo, para evitar que las peques cojan juegos sin permiso.
Pues bueno, volviendo al grano, hoy vamos a hablar de un pedazo de juego. Se trata de San Juan, de Devir, un juego para niños mayores y para adultos, hermano pequeño del famosísimo Puerto Rico, que más adelante reseñaremos aquí.
En este juego, aunque es solo de cartas, es muy completo; vamos a tener una gran variedad de tareas que hacer: construir edificios, producir mercancías, venderlas, conseguir más cartas de edificios para luego construirlos… Se trata de un juego muy interesante, os invitamos a descubrirlo con nosotros.
NOMBRE: San Juan
MARCA: Devir
PRECIO APROXIMADO: 24-28 €
INSTRUCCIONES EN CASTELLANO:Sí
EDAD: A partir de 10 años
Nº DE JUGADORES: 2-4
JUEGO COOPERATIVO: No
RITMO DE JUEGO: Por turnos
DURACIÓN DE LA PARTIDA: 45 minutos
CARACTERÍSTICAS:
El juego viene en una caja de tamaño medio y bastante plana. En ella tenemos un montón de cartas de buen tamaño, con ilustraciones de los diferentes edificios y la explicación correspondiente de cada uno de ellos. Además, también viene una libretita y un lápiz, para así poder hacer el recuento final de puntos al final de la partida.
Las ilustraciones de las cartas están muy bien, y como os decía en cada uno de los edificios se explica qué función tiene y en qué fase se utiliza, algo muy de agradecer, ya que hay mucha variedad.
Además, tenemos los 5 cartones de rol u oficio y el cartón de jugador inicial, además de unos cartones alargados con equivalencias de las materias primas.
El conjunto está bien, pero a las cartas habrá que ponerles una funda si queremos que se conserven durante tiempo.
FUNCIONAMIENTO:
A cada jugador se le da una carta de añilería, que coloca en la mesa a la vista de todos, además de 4 cartas, que tiene en la mano a salvo de miradas codiciosas.
Las 5 tarjetas con los roles se colocan en medio de la mesa, y un jugador toma la tarjeta de gobernador, es decir, jugador inicial. El resto de cartas se dejan en la mesa formando un mazo.
Empieza la partida
El jugador inicial elije una de las tarjetas de rol y la coloca frente a él. Esa va a ser la acción que va a ejecutar. Una vez la haya realizado, el resto de los jugadores, siguiendo las agujas del reloj, la ejecuta (si quieren). Sin embargo, hay una diferencia entre el jugador que toma la tarjeta y el resto, y es que el primero que juega un oficio siempre puede realizar una acción un poco diferente que los demás.
Veamos los roles:
- Buscador de oro: el jugador que lo utiliza coge una carta del mazo y se la queda. Los demás jugadores no hacen nada.
- Alcalde: el jugador inicial coge 5 cartas del mazo y se queda con una de ellas. El resto de jugadores cogen 2 cartas y se quedan con una. Las cartas descartadas se ponen en el mazo de descartes.
- Capataz: los edificios de producción producen mercancías. En el juego hay 5 edificios de producción.
El que coge capataz hace que dos de sus edificios produzcan una materia prima cada uno. El resto solo producen una materia con un edificio. Para que un edificio de producción genere una materia prima, no debe de tener ninguna generada, en caso contrario no podremos producir más. Para indicar que se ha producido una materia prima, se toma una carta del mazo y se coloca sobre el edificio en cuestión, pero sin levantarla. Nos da igual qué haya debajo, para nosotros esa carta será ahora un añil, tabaco, azucar…
Aquí vemos que la añilería ha producido mercancía, mientras que el secadero de tabaco, que está al lado, no.
- Mercader: podemos vender mercancías. Cuando vendes, no te dan dinero, sino cartas en tu mano, que te permitirán construir más edificios. El que realiza la acción puede vender dos materias diferentes, el resto solo una. Para saber la equivalencia entre materias primas y cartas hay que girar uno de los cartones alargados cada vez que se juegue el mercader, para ver a cuánto va el cambio en ese turno.
El jugador que ha cogido el mercader puede vender su añil y su tabaco, según la relación que aparece en una de las fichas alargadas que vemos. Si ahora toca la que está más cerca del jugador, le darían 1 carta por el añil y 2 por el tabaco.
- Constructor: se pueden construir edificios de los que tenemos en la mano. Cada edificio tiene un valor, que está indicado en una de las esquinas. Para adquirirlo, tenemos que descartarnos de tantas cartas de nuestra mano como valor tenga el edificio. Una vez construido, lo colocamos frente a nosotros junto a los otros que tengamos y a partir de entonces para nosotros aplica la función que tenga ese edificio. El jugador que haya tomado la tarjeta de constructor recibe el beneficio de que paga una carta menos al construir.
Una vez todos los trabajadores han realizado una acción (es optativo, pueden pasar), el siguiente jugador coge una nueva tarjeta de rol y ejecuta su acción. Luego los demás también lo harán.
Una vez todos los jugadores hayan cogido una de las tarjetas de rol y se hayan ejecutado las acciones, se devuelven al centro de la mesa y la tarjeta de jugador inicial pasa al siguiente jugador. En ese momento, si alguien tiene más de 7 cartas en mano, debe tirar las que pasen de ese número.
Así, el juego va transcurriendo. Si os habéis fijado no es complicado, al contrario. Entonces ¿Dónde está la gracia? En los edificios que construyamos, que nos van a ir dando una serie de ventajas que intentaremos aprovechar lo mejor posible. Por ejemplo, hay edificios que te permiten producir una mercancía extra en la fase del capataz, o vender una de más, o construir más barato, o tener más cartas en la mano… Hay una gran variedad de cartas, que enriquecen muchisimo el juego y hacen que te plantees una estrategia u otra, en función de lo que tienes en la mano.
Los edificios más interesantes de todos son los que valen 6 cartas, que se suelen jugar al final de la partida, ya que su función es aportar puntos extras una vez haya finalizado el juego.
Aquí tenemos dos ejemplos. Son edificios caros, pero vale la pena tener
Una vez un jugador construya 13 edificios, se acaba la partida.
Según avanza la partida cada vez tenemos más edificios, por lo que las posibilidades de hacer «cosas» aumentan.
Entonces hay que sumar los puntos de victoria de los edificios y aplicar los efectos de los edificios de valor 6 y alguno más, como la capilla. El jugador que más puntos tenga gana la partida.
VALORACIÓN:
Este juego nos ha encantado, desde la primera partida, porque es sencillo y a la vez completo.
La mecánica no es complicada, lo que es un poco más costoso es aprender el funcionamiento de los edificios, pero en 2-3 partidas más o menos ya se le pilla el tranquillo.
Algo de azar tiene, ya que para construir los edificios debes tenerlos en la mano, y a veces no te sale el que quieres.
Os lo recomendamos si tenéis niños ya más mayores, a partir de 9 años o eso, os aseguro que vais a disfrutar muchísimo. Además, se juega muy bien a 2, 3 o 4 jugadores.
Para nosotros es un juego imprescindible, una pena que se vaya a ir en breve con mi hermano Lucas a Colombia, que es donde él vive.
CALIDAD/ DISEÑO: 7/10
COMPLEJIDAD (PARA EL NIÑO MÁS PEQUEÑO): 7/10
AZAR: 4/10
HABILIDAD (MANUAL): 0/10
MEMORIA: 0/10
DIVERSIÓN: 9/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 9/10 (IMPRESIONANTE)
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