INTRODUCCIÓN:
Hoy traemos un divertido y sencillo juego de cartas, que hará las delicias de todos aquellos a los que os gusta jugar con cartas.
No os lo perdáis.
NOMBRE: ¡No gracias!
MARCA: Morapiaf
PRECIO APROXIMADO: 9- 12€
INSTRUCCIONES EN CASTELLANO: Sí
EDAD: A partir de 8 años
Nº DE JUGADORES: 3-5
JUEGO COOPERATIVO: No
RITMO DE JUEGO: Por turnos
DURACIÓN DE LA PARTIDA: 15 min
CARACTERÍSTICAS:
El juego viene en una caja muy pequeña, en el que hay 32 cartas bastante sosas y de tamaño normal, muy similares en calidad a las típicas cartas de la baraja española, que llevan un numero escrito en dos sentidos, del 3 al 35.
Luego tenemos unas fichas rojas de plástico, sin nada en particular.
El conjunto es un poco cutre, la verdad, pero es suficiente para jugar.
FUNCIONAMIENTO:
Se pone el mazo barajado boca abajo en el centro de la mesa y se reparten a cada jugador un determinado número de fichas.
En el turno de cada jugador, este gira una carta y, después de mirarla, decide si se la queda o pasa. Hay que tener en cuenta que el número que sale en la carta indica la cantidad de puntos negativos que se llevará el que se la quede. Si decide quedársela, la incorpora a las que ya tenga, pero si pasa, tiene que poner una ficha roja sobre ella. Entonces el siguiente jugador decide si se la queda con ficha roja incluida o no. En caso afirmativo, se queda la carta y la ficha; en caso negativo, pone una nueva ficha.
Hay que tener en cuenta que cada ficha representa un punto positivo, por lo que es muy bueno tener y si va aumentando el montón la jugada se volverá muy golosa.
(Mmm, 31 puntos negativos pero 4 fichas, ¿qué hago?)
Una vez uno se queda la carta con las correspondientes fichas, empieza un nuevo turno y otro jugador gira otra carta, por lo que comienza otra vez el toma-daca para quedarse la carta.
Hasta aquí sencillo, ¿no?
Pues ahora viene la parte divertida, y es que cuando tienes una serie de cartas correlativas, solamente puntúa la más baja, por lo que habrá jugadores a los que les intereserá tener ciertas cartas, lo que significa que otros podrán quedársela para fastidiarle, aunque no les interese de entrada.
Veámoslo con un ejemplo:
Este jugador tiene un montón con el 16,15 y 14, por lo que solamente puntúa el 14. Si consigue el 17, podrá colocarlo en este mismo montón sin que le puntúa negativo, ¡pero además también podrá colocar el 18, que ya lo tiene!, por lo que al hacerlo dejará de puntuarle como -18.
(Aquí mi hermana la mar de contenta porque ha conseguido el 20 cuando ya tenía el 21)
Además, hay que tener en cuenta que si uno se queda sin fichas rojas no podrá pasar cuando le toque elegir si se queda o no una carta, por lo que hay que administrarlas con sabiduría.
Al final de la partida, se cuentan los puntos negativos y se suma el número de fichas. El que menos puntos negativos tenga, gana.
VALORACIÓN:
Se trata de un juego muy sencillo y divertido, que además tiene un precio muy bajo, aunque eso sí, las cartas son más feas que pegarle a un padre, pero bueno, cumplen con su cometido.
Superrecomendable para los amantes de las cartas o de los juegos sencillos para disfrutar en familia. Eso sí, para que sea divertido tienen que ser más de 3 jugadores.
Juego muy interesante para niños de a partir de 8 años, y por supuesto para adultos.
COMPLEJIDAD: 2/10
AZAR: 6/10
HABILIDAD: 0/10
MEMORIA: 0/10
DIVERSIÓN: 8/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 7,25/10 (¡MUY DIVERTIDO!)
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