Siguiendo con la «vena matemática» que nos ha entrado, hoy vamos a abordar otro juego en el que tendremos que hacer sumas y restas a máxima velocidad para ganar (cómo os gusta a los papis, ¿eh?, que practiquen matemáticas y se piensen que están jugando, jua, jua, jua (risa maléfica)).
Pero no se trata de un juego donde nos ponemos en el papel de un científico brillante, o un ingeniero virtuoso, sino que vamos a transladarnos en el tiempo y el espacio hasta el Far West del siglo XIX y nos vamos a convertir en !bandoleros!.
Ser bandolero es muy duro en el Oeste, pues uno no puede dedicarse con tranquilida al honrado oficio de asaltar diligencias, sino que vamos a tener a la «competencia» acosándonos continuamente para robarnos las pepitas de oro que con tanto esfuerzo hemos conseguido.
Obviamente esto se soluciona como caballeros, pero no mediante un litigio, pleito, etc., sino mediante un duelo con plomo. Para vencer este duelo, habrá que ser ágil de mente y tener los nervios templados, casi nada, pero el que venza, se quedará con las pepitas de oro y podrá meter su dinero en el Banco Andorrano y disfrutar así de una vida cómoda (y sin Hacienda).
NOMBRE: Adiós Amigos
MARCA: Pegasus Spiele
PRECIO APROXIMADO: 10-15 €
INSTRUCCIONES EN CASTELLANO: No
EDAD: A partir de 8 años
Nº DE JUGADORES: 2-4
JUEGO COOPERATIVO: No
RITMO DE JUEGO: El más rápido
DURACIÓN DE LA PARTIDA: 15 minutos
CARACTERÍSTICAS:
El juego está formado por 60 cartas de «desperado», en la que sale el dibujo de un maleante, con dos numeros uno a cada lado. Las cartas son de muy buen tamaño y muy simpáticas, perfectas para jugar.
Luego tenemos 10 fichas circulares por cada jugador, que por un lado tienen el dibujo de una pistola y por el otro un número del 0 al 9. Estas fichas son pequeñas pero están también bien.
Tenemos también unas fichas más grandes de enterrador, que por un lado tienen al susodicho y por el otro un dibujo de pepitas de oro.
Para acabar, tenemos los elementos más «molones»: dos balas de plástico por cada jugador y un cartucho de dinamita de madera. La verdad es que están muy logrados.
FUNCIONAMIENTO:
Se barajan las cartas de desperado y se reparten 15 a cada jugador, que tiene en un mazo boca abajo a su lado.
Cada jugador coge sus fichas de pistola y las coloca sin orden frente a él con el dibujo de la pistola a la vista, luego cada uno coge las dos balas y su dinamita y las coloca junto a él.
Ahora cada jugador coge tres cartas y las pone en fila, de tal manera que sus compañeros las vean perfectamente.
Ahora empieza lo bueno: alguien dice «Adiós amigos» y todos a la vez giran dos fichas de pistola.
Ahora lo que hay que hacer es ver si alguna de esas fichas es la suma o la resta de los dos números que aparece en alguna de las cartas de desperados de los contrincantes. Si es así, corriendo se le pone la ficha encima y ese bandido está muerto.
En la anterior imagen vemos dos de los desperados muertos: uno porque le han colocado un 2 encima (que es 4-2) y al otro porque le han colocado un 0 (que es 5-5).
Cuando un jugador ve que con los números que tiene no está consiguiendo nada o no le quedan números, dice «recarga», pone una de sus balas en el centro de la mesa y TODOS giran dos fichas más. Obviamente si no tienes balas no puedes hacer la recarga, pero si otro lo dice porque sí tiene si puedes girar las fichas.
Pero esto no es todo, porque una vez durante la ronda puedes gritar «¡dinamita!». Entonces colocas la dinamita enmedio de la mesa, todos se paran y un jugador cuenta hasta diez. Durante ese tiempo puedes intentar acabar con un oponente, con una ficha, o con dos fichas. Una vez se acaba la cuenta todos retoman el ataque.
En esta imagen vemos que a un desperado se lo han cargado con la dinamita porque tiene dos fichas. En este caso los dos números de las fichas coinciden con los de la carta, pero podía haber sido también así: como en la carta está 5+8 que es 13, se le podía haber matado con un 9 y un 4.
Cuando un jugador tiene a sus 3 desperados muertos ya no puede seguir disparando.
El ganador de la ronda coge una carta de enterrador y luego se giran todas las fichas de pistola usadas para ver quién ha matado a quién, ya que cada uno coge las fichas de desperados que ha matado, que dan una pepita de oro al final de la partida. Ahora empezará una nueva ronda, así que todos los jugadores reponen en la mesa los desperados muertos con nuevas cartas y continúa la partida. Al final de las 5 rondas se hace el recuento de las pepitas de oro.
VALORACIÓN:
Este juego es simplemente genial, porque es divertidísimo, frenético (no veas lo que cuesta pensar en cómo acabar con los otros mientras te están disparando a ati) y «matemático». Aunque son operaciones sencillas (sumas y restas), vamos a tener que forzar el cerebro al máximo.
Este juego está genial a partir de los 8 años, pero también los adultos podemos jugar y disfrutar como enanos. A dos jugadores se juega bien, aunque creo que el número ideal es 3, aunque a 4 también está bien. Lo importante no es sólo la comida de tarro que vamos a hacer que se peguen nuestros nenes, sino el rato tan divertido que van a pasar, así que animo a los papis a que jueguen con ellos, sin duda.
COMPLEJIDAD: 3/10
AZAR: 5/10
HABILIDAD: 0/10
MEMORIA: 0/10
DIVERSIÓN: 8,5/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 8/10 (ESTE JUEGO HAY QUE TENERLO)
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