1_1906_3070900051010_Cartas_mini_familyHoy traemos un juego muy divertido y entretenido pero, además, contamos con una novedad importante, que ahora explicamos.

Si habéis entrado en Quiénes somos, sabréis que en nuestra pequeña empresa tenemos dos empleadas muy cualificadas y una becaria que lleva desde hace casi 7 meses con nosotros. Hasta ahora dicha becaria no había aportado nada al tema de los juegos infantiles, pero por fin se ha decidido a empezar a probarlos. Como no quedó satisfecha del todo con la reseña que hicimos de Wolfy hace unas semanas, ha decidido probarlo por su cuenta, por cierto con mucho entusiasmo, tal y como aparece en la siguiente imagen:

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Y ahora vamos al tajo: Se ha organizado un fiestón alucinante en el que han sido invitadas las familias más distinguidas del mundo: la de los reyes, la de los caballeros, la de los fantasmas, la de las hadas, la de los brujos, la de los gitanos y la de las ranas, pero en medio de la fiesta se han desperdigado y se han mezclado todos. ¿Quién será capaz de reunir al mayor número posible de familias?

NOMBRE: Mini Family

MARCA: Djeco

PRECIO APROXIMADO:  9-13 €
INSTRUCCIONES EN CASTELLANO:
EDAD: 4-7 años
Nº DE JUGADORES: 2-4
JUEGO COOPERATIVO: No

RITMO DE JUEGO: Por turnos

DURACIÓN DE LA PARTIDA: 10 min


CARACTERÍSTICAS:
El juego está formado por 28 cartas de tamaño generoso y con dibujos muy simpáticos de las diferentes familias.

DSC_0527(Aquí vemos la familia de los brujos, no hay nada como tenerlos de vecinos)

En cada carta aparece en una imagen grande central del miembro de la familia en cuestión y, debajo, los cuatro dibujos en pequeño de todos los miembros de esa familia, pero recuadrado el que coincide con el dibujo grande.

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DSC_0529(pues anda que conocer a la familia de los fantasmas…)

Todo ello cabe dentro de una pequeña caja de cartón duro que no ocupa nada y es muy cómoda de guardar y transportar.

 
FUNCIONAMIENTO:

Se reparten cinco cartas al azar entre los jugadores, con mucho cuidado de que nadie vea las cartas del resto. El resto de cartas se apilan boca abajo formando un mazo.DSC_0509

El jugador agrupa en su mano las cartas por familias (si puede).
Nuestro objetivo en conseguir reunir todos los integrantes de las máximas familias posibles.

DSC_0528(Aqui tenemos una de las familias más «normales», la de las hadas)

A partir de ahí, el primer jugador le pide a otro un miembro de una familia, siempre y cuando éste tenga como mínimo uno de la misma.
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Si  falla, roba una carta del mazo.

Si acierta, el jugador le da la carta que le ha pedido y éste puede pedir otra a quien quiera, de la misma o de otra familia. Mientras no falle seguirá pidiendo.

En caso que el jugador se quede sin cartas en su mano, ya no podrá pedir más (como acabamos de comentar, solamente se piden si se tiene al menos una de dicha familia) y robará una carta del mazo.

En el momento en el que un jugador consiga las cuatro cartas que componen una familia, lo dice y las deja en la mesa frente a él.

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Ganará el jugador que más familias consiga reunir.
Nosotros hemos añadido una regla adicional: que no se pueden pedir más de cuatro cartas, y de momento nos funciona bien, ya que antes había muchos abusos, ya que cerca del final de la partida uno ya sabe más o menos quién tiene y empieza a pedir y a pedir y no acaba.
VALORACIÓN:

El juego es muy divertido y a los niños les encanta, ya que las partidas son rápidas y los dibujos muy simpáticos. Además, la calidad-precio-tamaño es inmejorable. La pega que le veo es que podrían haber incluido un par de familias más, habría estado bien.

Aunque el juego es para niños a partir de 4 años, los de 3 pueden jugar, con un poco de ayuda para que no se equivoquen, ya que a veces uno pide una carta que ya tiene, o pide una familia del que no tiene ninguna carta. Para esta edad (3 años) viene muy bien jugar porque los niños practican vocabulario y a hacer preguntas del tipo «¿tienes al papá de las ranas?», además que manejar conceptos relacionados con la familia siempre viene bien.

El problema fundamental de este tipo de juegos de cartas, en el que el otro no debe ver tus cartas, es que los niños no tienen capacidad para mantener las cartas en sus manos sin que se les caigan, por lo que lo mejor es que las pongan boca arriba frente a ellos. Para que los demás no las vean, hay que diseñar algún tipo de sistema. Nosotros por ejemplo disponemos de unos cartones que se plantan en la mesa y así evitan que los jugadores se vean las cartas, cutre pero útil.

En este juego hay mucho azar, ya que pides cartas sin saber quién la tiene, pero también hay un poco de picaresca que hay que enseñar a los niños, y es que cuando uno pide una carta de una familia, el niño tiene que entender que la pide porque tiene alguna otra de esa familia, por lo que, sabiendo de qué familias tiene cartas el contrincante, es más fácil ir a sustraerles las cartas, por lo que este juego incentiva muchísimo la atención y la memoria.

A dos jugadores tiene el inconveniente de que, una vez ya no hay cartas en el mazo de robar, los jugadores ya saben que el otro tiene todas las demás, por lo que es mejor jugar a 3 jugadores o a más.

En resumen, un juego que gusta mucho, al que, en apenas dos semanas hemos jugado una veintena de partidas, si bien vale la pena proteger de alguna manera las cartas porque si no se desgastan rápidamente.

NOTA de 2017: 2 años y medio después de esta reseña, y con un miembro más en la familia, quiero deciros que el juego sigue siendo genial, ahora que lo jugamos con una de 7 años, otra de 5 y la de 3 ayudada por Papá. Ha estado una temporada guardado, pero ahora que lo volvemos a sacar, mis hijas disfrutan de lo lindo.

 
COMPLEJIDAD (PARA EL NIÑO MÁS PEQUEÑO): 6/10 (les cuesta un poco pillar eso de que si uno pide de una familia es que tiene de esa, por lo que no se suelen fijar, de entrada, en lo que piden los demás)
AZAR: 7/10
HABILIDAD: 0/10
MEMORIA: 6/10
DIVERSIÓN: 9/10
PUNTUACIÓN TOTAL: 8/10 (¡GENIAL¡)